Estudiantes secundarios de La Plata, Berisso y Ensenada se movilizaron hoy en la capital provincial para recordar un nuevo aniversario de la denominada «Noche de los Lápices», ocurrida durante la última dictadura militar.
Acompañados por organizaciones estudiantiles, de derechos humanos y políticas, la columna se concentró en Plaza Olazabal, en las calles y 39, y desde allí marcharon hasta el edificio del Ministerio de Obras Públicas provincial donde se hizo el acto central.
Se conoce como Noche de los Lápices al hecho represivo ocurrido en La Plata el 16 de septiembre de 1976, cuando diez estudiantes secundarios fueron secuestrados y torturados por reclamar el boleto estudiantil gratuito, seis de los cuales continúan desaparecidos.

Kicillof también marchó

El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, quien participó de la movilización dijo a radio Provincia que sentía “una tremenda alegría al ver la magnitud de la columna de estudiantes, en un día de reflexión por un hecho dolorosísimo, pero además porque es la primera vez que invitan a un gobernador a sumarse a la marcha”.

Agregó que si bien ya es una tradición marchar todos los 16 de septiembre en la ciudad “es un grito que tiene que oírse bien, ante un gobierno nacional que dice que no son 30.000 los desaparecidos y que tiene que darle una respuesta a estos pibes y pibas que saben muy bien qué fue la noche de los lápices”.

Además, el mandatario provincial consideró que la magnitud de la movilización demuestra que “fracasaron en mentir de esa manera, en tratar de asustar y en generar miedo. Acá en La Plata, en la provincia, hay un gobierno que ha hecho de la Memoria, la Verdad y la Justicia uno de los pilares de sus políticas”, concluyó.

Qué pasó
Los estudiantes secuestrados en 1976, en su mayoría eran integrantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), habían marchado en reclamo del boleto estudiantil, beneficio suspendido tras el golpe militar.
Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, María Clara Ciocchini, Horacio Ungaro, Daniel Racero y Claudio de Acha fueron secuestrados y permanecieron cautivos en varios centros clandestinos de detención y hoy permanecen desaparecidos.
Mientras que Gustavo Calotti, Emilce Moler, Patricia Miranda y Pablo Díaz lograron sobrevivir y dar testimonio esos crímenes.