Bolivia vivió hoy horas cargadas de dramatismo, con multitudes que avanzaban hacia La Paz al grito de «guerra civil», parte de la clase política afectada a la búsqueda de fórmulas para quebrar el vacío de poder y Evo Morales camino hacia el asilo político en México tras un gobierno de casi 14 años.
Esta noche, alrededor de las 21.30 (las 22.30 en la Argentina), Morales abordó en Chimoré, una pequeña ciudad del departamento Cochabamba a unos 570 kilómetros al este de La Paz, un avión del gobierno mexicano que lo llevaría a México, informó el canciller de este país, Marcelo Ebrard, en Twitter.
«Parto rumbo a México, agradecido por el desprendimiento del gobierno de ese pueblo hermano que nos brindó asilo para cuidar nuestra vida; me duele abandonar el país por razones políticas, pero siempre estaré pendiente; pronto volveré con más fuerza y energía», dijo Morales por Twitter minutos antes de subir a la aeronave.
Ebrard había anunciado esta tarde que el gobierno de Andrés López Obrador concedió a Morales el asilo político que solicitó, y horas después el gobierno de Perú informó que había autorizado a que un avión del gobierno mexicano sobrevolara su espacio aéreo y que la nave se dirigía a Cochabamba para buscar al ex presidente boliviano.
Morales fue forzado a renunciar ayer en un movimiento que denunció como «golpe de estado», desamparado por las Fuerzas Armadas y la policía, y presionado por protestas populares que denuncian fraude en los comicios que le dieron la reelección el pasado 20 de octubre.
La renuncia de Morales y de todos los funcionarios y legisladores en la línea de sucesión dejó a Bolivia en un estado de vacío de poder que analizará mañana el Poder Legislativo en una sesión extraordinaria de la Asamblea Legislativa (parlamento) llamada por la senadora Jeanine Áñez.
Hasta ahora vicepresidenta segunda del Senado, Áñez se manifestó dispuesta a asumir la presidencia de la cámara alta y, de ese modo, quedar en condiciones de quedar a cargo del Poder Ejecutivo.
«Al estar ejerciendo la presidencia en ejercicio del Senado automática también tiene que asumir la presidencia de la Asamblea Legislativa, por eso está convocando para sesión mañana tanto del Senado como de la Asamblea y a partir de ellos asumir la presidencia del País», expresó el senador Oscar Ortíz, de Unidad Demócrata, en alusión a Áñez.
La Asamblea de mañana debería aceptar las renuncias de Morales y del vicepresidente Álvaro García Linera, así como de las anteriores autoridades legislativas, y marcar el camino para la sucesión constitucional.
Áñez vivió hoy horas de angustia, cuando la policía la convenció de la necesidad de ser evacuada con rumbo desconocido ante el temor de que manifestantes que defendían a Morales marcharan hacia la sede parlamentaria con la posibilidad de que se originaran disturbios, informó el diario El Deber.
Los medios de prensa bolivianos y las redes sociales se llenaron de imágenes tomadas en Cochabamba y El Alto, en las que se ve a multitudes de personas en marcha hacia La Paz al grito de «guerra civil», muchos armados con palos u otros objetos contundentes, y con promesas de reposición para Morales.
En ese contexto, el candidato presidencial por la opositora Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, denunció en Twitter que un grupo de violentos se acercaba a su casa.
«Muchas personas me alertan indicando que una turba violenta se dirige a mi domicilio para destruirlo; solicito a la Policía Nacional que evite esa locura», escribió en Twitter.
Morales hizo llegar hoy al parlamento la carta de su renuncia a la Presidencia, en la que indicó que con decisión buscaba «evitar» la violencia, expresó su deseo de que retornara la «paz social» al país y volvió a denunciar que fue víctima de un golpe de estado.
«Mi responsabilidad como presidente indígena y de todos los bolivianos es evitar que los golpistas sigan persiguiendo a mis hermanos y hermanas dirigentes sindicales», señaló en el texto enviado al Senado.
Morales destacó que fue «obligado» a renunciar por un golpe de estado liderado por «fuerzas oscuras que han destruido la democracia».
Las Fuerzas Armadas, en tanto, anunciaron la puesta en marcha de un operativo «destinado a resguardar los servicios públicos esenciales para garantizar su funcionamiento, la paz y estabilidad» del país, informó una comunicado castrense.
El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general Williams Kaliman, anunció esta noche que las instituciones castrenses y policiales iniciarían operaciones conjuntas para contener la violencia generada en las últimas horas y aseguró que «nunca abrirán fuego contra el pueblo», según el diario Página Siete.