Los restos de Johana Ramallo, desaparecida en 2017 en un presunto caso de trata de personas y de quien se encontró sólo parte de su cuerpo en abril último en la ciudad bonaerense de Berisso, fueron velados e inhumados esta mañana en La Plata.
En el velorio, que se llevó a cabo en la sede de la Comisión Provincial por la Memoria, se exhibieron carteles con imágenes de una sonriente Joahana en los que se podía leer: «Vuela alto» y «Debemos florecer, no desaparecer» y se pedía «Memoria verdad y justicia».
Del velorio participaron muchos jóvenes, representantes de organismos de derechos humanos, la ministra de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerense Estela Díaz; la madre de Miguel Bru, Rosa Schonfeld; y la titular del Consejo Interuniversitario, Florencia Saintout.
En declaraciones a Télam, Díaz expresó que «estamos acompañando a Marta Ramallo en un día muy triste y doloroso en que podrá despedir a Johana y llevarla al cementerio.
«Es doloroso pero también permite empezar a reiniciar un nuevo ciclo. Marta tiene una gran entereza y ha demostrado, como las Madres, que del dolor se puede hacer una lucha por derechos humanos», agregó.
Díaz señaló que la madre de Johana «luchó con enorme silencio desde el Estado. Claro que movimientos sociales y de mujeres han acompañado, pero el Estado tiene que estar».
La flamante ministra señaló que la creación de esa cartera «apunta a entender que se trata de una política de estado de primer orden. El eje de las violencias es muy fuerte para este ministerio. Tenemos que abordarlas en serio y dejar de hablar de ellas cuando ocurre un hecho terrible. Eso me pidió el gobernador Axel Kicillof y estamos trabajando».
En tanto, Schonfeld dijo a Télam que «este es un momento triste, cierra una etapa, es muy triste, pero por suerte Marta la encontró» y dijo desear «que Johana encuentre la paz y descanse en paz», además de pedir justicia.
Marta Ramallo, que desde hacía meses reclamaba la entrega de los restos de su hija para darles sepultura, prefirió no hacer declaraciones a la prensa.
No obstante, ayer escribió en su Facebook: «Mañana me iré con vos, sí, mi alma te la llevás vos, hija. Solo quedará de mí el cuerpo para seguir luchando contra lo que venga. Con vos te llevás mis miedos y me dejás las fuerzas y el coraje para seguir luchando contra el mundo cruel, contra un sistema judicial misógino patriarcal que se llevó tu vida».
El 26 de julio de 2017 Johana, quien tenía una hija de seis años, salió a las 17 de su casa de La Plata tras decirle a su madre que volvería entre las 20.30 y las 21, pero nunca regresó.
La última imagen suya fue tomada por la cámara de seguridad de una estación de servicio situada en las calles 1 y 63 de La Plata, en la que se la ve entrando a un baño ese mismo día, poco después de salir de su casa.
A las 23.30 Marta denunció la desaparición de Johana y comenzó una lucha que se extendería durante casi dos años, en los que reclamó a las autoridades que busquen a su hija, de quien presumía había sido víctima de una organización de trata de personas.
En abril pasado informaron a Marta que unos restos humanos hallados en la zona de Palo Blanco, en Berisso, pertenecían a su hija.
Las pericias determinaron que la joven había sido descuartizada y que su muerte habría ocurrido entre septiembre de 2017 y enero de 2018.