El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, manifestó hoy que su administración «continúa abierta al diálogo con los acreedores internacionales para encontrar una solución conveniente» en la reestructuración de la deuda en moneda extranjera, pero remarcó que ese proceso debe darse en el marco de un «esquema de vencimientos que esté dentro de las posibilidades de pago de la provincia». «La denuncia judicial no contribuye a la posibilidad de encontrar una solución», remarcó el mandatario provincial durante una conferencia de prensa que encabezó hoy en la sede de la Gobernación, en La Plata. Acompañado por el ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo López, y por el subsecretario de Energía bonaerense, Gastón Ghioni, Kicillof se refirió a la demanda que presentó el martes un grupo de bonistas ante los tribunales del Distrito Sur de Nueva York. La presentación judicial fue impulsada por miembros del Comité Directivo del Grupo Ad Hoc de Tenedores de Bonos de Buenos Aires, que poseen once series de obligaciones con un monto de capital total de más de US$ 7.100 millones emitidas por la provincia, mientras se estaban desarrollando las conversaciones para alcanzar un acuerdo. El gobernador planteó que «el gobierno neoliberal de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal dejaron dos yunques: la deuda impagable y acuerdos con el sector energético de tarifas impagbles». «Vidal tomó deuda en dólares en Wall Street. Emitió 5 mil millones de dólares de deuda, el doble de todo lo que se emitió los 8 años anteriores. Y nos dejaron los vencimientos a este gobierno», subrayó Kicillof y estimó que se trata de una deuda «absolutamente impagable». Rememoró que en ese período, en territorio bonaerense «la deuda en dólares pasó de ser el 57 al 84 por ciento del total; mientras que en Caba se redujo del 83 al 62 por ciento» y agregó que «si la fuerza que en aquel entonces gobernaba el país entendía que no convenía endeudarse en dólares, lo deberían haber hecho también en la provincia». El gobernador planteó que «fue una pésima decisión dejar deuda en dólares con acreedores extranjeros» pero sostuvo que desde que asumió, su administración buscó «alcanzar un consenso con los bonistas, situación en la que continuamos». «En estos días se pasó primero a conversaciones confidenciales en las que Mejoramos nuestra propuesta. Recibimos del otro lado intransigencia e incomprensión. Luego, denuncia judicial que no contribuye a la posibilidad de encontrar una solución. Así y todo, continuamos abiertos al diálogo con los acreedores», puso de relieve. Kicillof expresó que su Gobierno desea «encontrar una solución conveniente para que ellos puedan cobrar y el Poder Ejecutivo pueda garantizar pagos», apuntó que la propuesta «está en completa sintonía con lo que propuso el gobierno nacional es un esquema de vencimientos que esté dentro de las posibilidades de pago de la provincia». «Cualquier otra cosa sería imposible de afrontar. Cerrar acuerdos imposibles de afrontar es algo que no nos caracteriza. Nuestro gobierno no firma cosas de imposible cumplimiento», indicó. En ese tono, López pidió recordar que la provincia recibió un nivel de deuda en moneda extranjera que es insostenible» y planteó que entre 2016 y 2019, «la deuda de la provincia se incrementó 430 por ciento medida en pesos, lo que estuvo muy por encima de la inflación». En ese marco, resaltó que mientras que a fines de 2015 la deuda en moneda extranjera representaba el 60 por ciento del total, a fines de 2019 ese monto trepó al 85% y destacó que «hubo toma de deuda en mercados internacionales de 5 mil millones de dólares». Expuso que al asumir, el Gobierno debía «afrontar vencimientos de deuda de 1400 millones por año» e indicó que «los servicios de deuda alcanzaban 20 por ciento de los ingresos de la provincia». Así, explicó que desde diciembre de 2019 «se convocó al diálogo a todos los acreedores», reseñó que entre diciembre y marzo de 2020 se afrontaron 380 mill de dólares de vencimiento de deuda, y enfatizó que se fue «trabajando en el proceso de reestructuración y se lanzó en abril una oferta». «Estábamos en plena pandemia y esa propuesta fue aceptada por algunos tenedores de bonos, pero fue rechazada por otros que se agruparon en un comité. Mantuvimos desde entonces conversaciones con sus asesores», aseguró. López planteó que desde abril, el proceso pasó por etapas: «primero pidieron tiempo para conocer proceso de reestructuración de la deuda nacional; luego se demoró el vínculo debido al cambio de asesores financieros que ellos realizaron el año pasado» y aclaró que «sin embargo, desde enero se intensificaron conversaciones». Sostuvo que «la recuperación económica que se advierte, permitió presentarle a este fondo una posible nueva propuesta, haciendo un esfuerzo grande, pero del otro lado hubo una actitud de cierta intransigencia con condiciones alejadas a las posibilidades de la provincia». Así, afirmó que los bonistas solicitaron «cupones del 7,5 por ciento y que la provincia se comprometa a pagar en cuatro años 2 mil millones de dólares» y destacó que Buenos Aires «no puede afrontar» esas condiciones. El ministro remarco que, con todo, la provincia tenía «voluntad de continuar el diálogo» hasta que se enteraron que los acreedores «fueron por la vía legal e iniciaron demandas a la provincia en Estados Unidos». «Está claro que lo que la provincia puede comprometerse a pagar difiere de las expectativas de los acreedores. Esa diferencia no excluye nuestra buena fe y voluntad para llegar a un acuerdo y una solución consensuadas», aseveró López. Manifestó que «se frustraron» las expectativas de los tenedores de bono cuando vieron «materializados los riesgos que asumieron», situación que calificó como «entendible», pero advirtió que «la vía judicial no va a resolver el problema ni hará que la provincia tenga más capacidad de pago porque la deuda sigue siendo insostenible». «Por lo tanto, el único camino posible es seguir buscando una solución consensuada que implique asumir compromisos financieros que no conduzcan a una situación como la actual sino que sean compatibles con la capacidad de pago de la provincia», subrayó. Por último, el funcionario expuso que cuando el Gobierno se refiere a la sostenibilidad de la deuda, tiene que ver con poder afrontar pagos mientras se toman medidas para solucionar la situación de vulnerabilidad en que viven los bonaerenses. «Conocemos las estrategias de presión que llevan adelante los acreedores, pero no llevan a una solución. Seguimos intentando buscar una solución consensuada. Seguimos abiertos al diálogo de buena fe, pero defendiendo los intereses de las y los bonaerenses», concluyó. |