El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, envió una carta al Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la que exigió que el organismo una investigación sobre la conducta de la directora Kristalina Georgieva, quien días atrás formuló un respaldo a la administración de Javier Milei de cara a las elecciones legislativas de octubre próximo al llamar a la Argentina “a mantener el rumbo” y a “que no descarrile la voluntad de cambio”.
Según publicó el mandatario bonaerense en su cuenta de la red social X: «Con sus declaraciones sobre las elecciones argentinas y su apoyo explícito al oficialismo, violó el reglamento del Fondo y su deber de imparcialidad». El economista analizó que «no sólo intervino en nuestro proceso electoral, sino que llegó a posar en una foto oficial luciendo un pin partidario de La Libertad Avanza, un hecho absolutamente inédito».
Luego, se refirió a la fotografía que la titular del FMI se tomó junto al ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, ambos con un pin de una motosierra, símbolo del gobierno libertario, en su vestimenta.
«¿Se imaginan la reacciones que causaría en el mundo si la titular del FMI se dejara fotografiar con un pin del Partido Justicialista o de MORENA? La gravedad de esta injerencia no puede ser relativizada: lesiona nuestra soberanía y compromete la neutralidad que debe regir a cualquier organismo internacional», subrayó Kicillof.
En ese marco, exigió «una rectificación inmediata y una investigación interna para determinar si corresponde su remoción» y apuntó que «el Fondo no debe mandar sobre las decisiones del Gobierno Argentino y mucho menos sobre la voluntad electoral del pueblo argentino».
Al respecto también se pronunció el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, quien durante la conferencia de prensa que realiza los lunes en la Casa de Gobierno, afirmó que la nota del gobernador «es para solicitar una urgente e imparcial investigación sobre la conducta irresponsable de la directora gerente del FMI».
En su mensaje, el funcionario recordó que el jueves pasado, Georgieva «realizó declaraciones bastante polémicas al aseverar que ‘en el orden interno, Argentina tendrá elecciones y es muy importante que no se desvíe de la voluntad de cambio’ y pedir ‘mantener el rumbo'»; puntualizó que, «luego, se sacó una foto con un ministro que tenía puesto un pin de una motosierra» y consideró que «tanto las declaraciones como el gesto de la foto tienen un claro mensaje: que es intentar favorecer el éxito electoral del oficialismo del Gobierno nacional, de la misma forma que ya había hecho Christine Lagarde con Mauricio Macri».
«Esto viola uno de los principios básico del derecho internacional, que es la no injerencia en los asuntos internos de los países», continuó Bianco y planteó: «El propio contrato de trabajo de la señora Georgieva lo dice. El Convenio Constitutivo del FMI, en su artículo 22, sección 4, inciso C indica que en el desempeño de sus funciones, el director gerente y el personal del Fondo se deberán por completo al servicio del Fondo y no al de ninguna otra autoridad. Los países miembros del FMI respetarán el carácter internacional de este deber y se abstendrán de todo intento de ejercer influencia sobre cualquier funcionario en el desempeño de sus funciones».
Posteriormente, indicó que «en el Código de Conducta de los directivos del FMI se expresa se espera que actúen con imparcialidad; debe asegurarse que la expresión de sus opiniones y convicciones personales no comprometa el desempeño de sus funciones oficiales ni los intereses del FMI; su conducta oficial debe caracterizarse por la objetividad y el profesionalismo; no debe permitir que las relaciones o condiciones personales, incluidas el sesgo o favoritismo, influyan en el desempeño de sus funciones oficiales y debe evitar situaciones que generen un conflicto de interés».
Finalmente, expresó que «su contrario, en el inciso D, dice que puede ser miembro de un partido, pero no podrá asistir a reuniones de partidos, no podrá asumir cargos del liderazgo dentro de un partido, ni participar de actividades partidistas ya que ello es incompatible con su cargo» y cerró: «La normativa específica del FMI se da de bruces con haber tomado partido tan abierta y descaradamente con un partido político de Argentina».
Tras el revuelo generado por sus declaraciones, la directora gerente intentó calmar el debate que surgió luego de que expresara su apoyo implícito a la gestión de Milei. Aclaró que su mensaje estaba dirigido al Gobierno, subrayando la importancia de mantener el rumbo económico y no perder de vista las reformas necesarias para el crecimiento de Argentina.
En una rueda de prensa en Washington, explicó: “Las elecciones son para los argentinos, no para nosotros. Mi mensaje fue para el Gobierno, para que continúe con el rumbo que beneficie al pueblo argentino”. Por su parte, Rodrigo Valdés, director del FMI para América Latina, respaldó a Georgieva, destacando que el apoyo al gobierno era para asegurar la estabilidad y la recuperación económica del país.