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El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, insistió hoy con la importancia de seguir respetando las medidas de prevención para mitigar la propagación del coronavirus en la provincia, aseguró que se trata del «último esfuerzo» porque «la vacuna llegará en unos meses» y reclamó a la dirigencia política «no buscar votos ni cavar la grieta» con la cuarentena.
«Es díficil cuidar la salud y hacerlo con un coro permanente de los que conspiran, los que atacan y niegan todas las medidas. No es momento de buscar votos, ni cavar la grieta», remarcó Kicillof al participar del anuncio presidencial en Olivos sobre la continuidad de la cuarentena.
El gobernador resaltó que «la vacuna cambió todo, porque una cosa es pensar que esto iba a ser eterno, el barbijo y el alcohol en gel durante años, y otra saber que en unos meses más» la gente podrá vacunarse «y esto se va a terminar».
Al respecto, precisó que «el saber que hay fecha de vencimiento, justifica los esfuerzos, los sacrificios», ya que «el virus parecía eterno» pero ahora se encontró «el hilo para salir del laberinto».
«Es un alivio a futuro, no para el presente, hasta que no tengamos la vacuna la única forma de cuidarse es que no podemos estar juntos, no podemos hacer lo que hacíamos antes, es el único remedio para no contagiarnos», afirmó.
El gobernador «no dar pasos en falso ni tener descuidos», para ello, sostuvo que «la única forma es bajar la movilidad», y si bien reconoció que no hay «desbordes en el sistema de salud», se sabe que «está creciendo la ocupación» de camas.
Kicillof expresó que «la esperanza ya no es una palabra, es una vacuna que llegará en unos meses», por lo que pidió «el último esfuerzo».
«Nadie quiere ver a alguien que se quede sin un respirador», dijo y agregó que «la única forma (de restringir la circulación del virus y la saturación del sistema de salud) es evitar los contagios».
Por ello, insistió con el pedido de continuar con los cuidados personales, aunque implique «dejar cosas de lado».
«Algunos hablan de la angustia de no poder jugar al golf», expresó el gobernador y remató: «angustioso es lidiar todos los días con esta enfermedad, angustioso es cambiarse el equipo (de protección personal de los médicos) 46 veces, después de cada hisopado, angustioso es ver que se terminan las camas».
El gobiernador aseguró que «el sistema de salud no está colapsado» por el trabajo que se realizó durante el aislamiento obiligatorio.
«Había 883 camas de unidad de terapia intensiva, hoy hay ocupadas 1.173, es decir que estaría colapsado el sistema, habria gente sin camas, pero más que duplicamos las camas y de 883, hoy hay 1.982 camas, 1.200 camas más», precisó.
Por último, referenció los 5 mil muertos que dejó hasta el momento el coronavirus para sostener que «la cuarentena es la única forma de salvar vidas».