La sanción del presupuesto se convirtió en el principal logro obtenido este año por la coalición Cambiemos en el Congreso Nacional, en un año que tuvo la producción parlamentaria más baja desde la restauración democrática en 1983, ya solo se aprobaron unas sesenta iniciativas.
La aprobación de la ley de gastos y recursos, la adenda fiscal y las iniciativas fiscales eran una prioridad para el gobierno para dar una señal a los mercados internacionales, tras la crisis económica desatada desde junio que obligó al Poder Ejecutivo a aplicar un plan de fuerte ajuste.
De hecho, la votación del paquete económico se convirtió en el principal logro que obtuvo Cambiemos ya que no pudo avanzar con la aprobación de las reformas del sistema laboral ni político, los cambios en la legislación de alquileres, ni la ley corta de medios.
En este contexto político y con las mirada de todos los bloques en las elecciones presidenciales del 2019, el oficialismo encaró una negociación y consiguió sancionar el presupuesto y leyes complementarias en Diputados, unos días antes de la aprobación del acuerdo con el FMI.
Pese a las dificultades Cambiemos logró convencer a sus pares del peronismo de votar un presupuesto, que contempla una inflación del 23 por ciento, un dólar promedio de 40 pesos, y una caída del crecimiento económico del 0,5 por ciento, que son previsiones que fueron objetadas desde la oposición.
Con la meta puesta en su objetivo el gobierno no solo debió enhebrar un consenso con los gobernadores peronistas, donde tuvo que aceptar introducir numerosos cambios al texto enviado a la Cámara de Diputados.
Con el acuerdo alcanzado con los mandatario tuvo que encarar una nueva negociación en la Cámara de Diputados donde el massismo se puso en la vereda de enfrente y del bloque Argentina Federal solo acompañaron los legisladores que responden a los gobernadores del peronismo y del Frente Cívico de Santiago del Estero.
El ministro del Interior, Rodolfo Frigerio, junto al titular del cuerpo Emilio Monzó, llevó adelante esas negociaciones en la propia sede de la Cámara de Diputados, donde mantuvo permanentes reuniones con diputados opositores y del propio Cambiemos que también tenía cuestionamientos a algunos aspectos del presupuesto.
Para el interbloque Cambiemos -que conduce el radical Mario Negri- no fue un año fácil ya que se abrieron discusiones sobre algunas medidas del gobierno y sufrió como ningún bloque la división con fuertes enfrentamientos por la legalización del aborto que aún todavía persisten en especial dentro del macrismo.
Para alcanzar la meta de sancionar el presupuesto en un año donde no pudo avanzar en proyectos clave impulsados por la gestión de Mauricio Macri, el oficialismo debió aceptar eliminar artículos del presupuesto sobre la renegociación de la deuda, así como varias modificaciones a la ley del impuesto de Ganancias, y aumentar partidas para ciencia y tecnología.
Además tuvo que aceptar que el Senado modifique el impuesto a los Bienes Personales para excluir de ese tributo a la clase media ya que, con este cambio, no abonarán aquellos que tengan una sola propiedad de hasta 18 millones de pesos.
La sanción del Presupuesto estuvo atravesado en la Cámara de Diputados por los hechos de violencia ocurridos en las adyacencias del Congreso donde había convocado a una marcha gremios, organizaciones sociales y militantes del kirchnerismo.
Los episodios de violencia en la calle se trasladaron al recinto de sesiones donde casi terminan a golpes de puño entre los legisladores, mientras el kirchnerismo y sus aliados presionaban para levantar la sesión.
En ese contexto, la bancada de Cambiemos logró resistir esa presión kirchnerista y consiguió en Diputados juntar 138 votos contra 103 y 8 abstenciones, en una de las sesiones más tensa de este período legislativo.
En cambio, el trámite en el Senado fue más sencillo para Cambiemos que el 15 de noviembre convirtió en ley por 45 contra 24 votos el Presupuesto 2019, la adenda, los cambios impositivos, y solo volvió a girar con cambios la ley de Bienes Personales, y Diputados le dio sanción definitiva en la sesión extraordinaria del 5 de diciembre.
Tampoco se espera que en el 2019 el Congreso tenga una gran producción legislativa ya que la mirada de los legisladores del oficialismo y la oposición estará puesto en las elecciones presidenciales, de gobernadores y de renovación parlamentaria.