La Unión Cívica Radical (UCR) entró en crisis y en un duro debate interno que escala hora tras hora tras la decisión de la Convención Nacional de suspender a los diputados nacionales que apoyaron el veto del presidente Javier Milei a la ley de Movilidad Jubilatoria, resolución que motivó decenas de críticas de los propios radicales hacia la conducción de Martín Lousteau, al que acusan de avalar una medida que es «reflejo de la vieja política».
Tras conocerse ayer la resolución de la Convención Nacional de suspender de modo preventivo a los diputados Mariano Campero, Martín Arjol, Luis Picat y Pablo Cervi, salieron a criticar la decisión del órgano partidario, encabezado por Gastón Manes, el presidente del bloque de la UCR en Diputados, Rodrigo de Loredo; el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo; el ministro de Defensa, Luis Petri; y los diputados Karina Banfi y Francisco Monti. También opinaron Cervi, Campero y Manes.
«Mi suspensión refleja la vieja política de castigar a los que piensan de determinada manera», sentenció Cervi, en declaraciones a radio Continental, en las cuales fustigó a la conducción nacional de la UCR y opinó que «es algo que denota la vieja política porque en la UCR debería haber libertad para hablar, expresarse y pensar distinto».
Con respecto a la presidencia partidaria de Lousteau, Cervi consideró que se trata de «una conducción basada en el centralismo porteño», y se mostró en favor de «cambiar esta visión».
Ayer, la Mesa Directiva de la Convención Nacional de la UCR, presidida por Manes, además de suspender preventivamente la afiliación partidaria, pidió «una instancia de diálogo» al interior de los bloques legislativos del Congreso con el propósito de «unificar criterios».
En ese sentido, De Loredo confirmó a la prensa, tras exponer en el Summit Argentina organizado por la revista Forbes, que hoy, a las 18, habrá una reunión de bloque de los diputados radicales.
Al respecto, el presidente de la bancada radical en la Cámara baja aseguró «no compartir en lo más mínimo la suspensión» y se pronunció por respetar la diversidad de opiniones. También agregó: «La suspensión no se corresponde a lo que representa el radicalismo, que es ante todo el partido de las instituciones. Sancionar a una persona por el contenido de sus opiniones políticas es algo reprochable».
El legislador cordobés acusó a la conducción partidaria de tener «una mirada centralista» y, tras recordar que sus integrantes «no gobiernan nada», evaluó que la decisión tomada «es inédita, de una gran irresponsabilidad y parcialidad selectiva».
En la misma línea, el gobernador de Mendoza y extitular del Comité nacional de la UCR, Alfredo Cornejo, consideró en declaraciones a Radio Mitre, que «sancionar y expulsar a los diputados puede dejar al radicalismo en una posición de ínfima minoría con correlatos electorales pésimos».
En su cuenta de la red social X, Cornejo agregó que «la política de mayorías populares no es para sectas, ni se hace con purgas. La UCR no es una agrupación universitaria, es un partido nacional. Esta decisión está mal. Les pido a las autoridades del partido que asuman la tarea de conducir, no que sean la voz de una facción», remarcó el mandatario cuyano.
En coincidencia con Cornejo, el ministro de Defensa, Luis Petri, escribió en su cuenta de X: «La Convención no vota en el Congreso, votan los diputados elegidos por el pueblo. Las suspensiones a legisladores de la UCR tienen un tufillo a faccioso que no se corresponde al respeto, tolerancia y disenso de una fuerza política. Ganen en internas, no en el escritorio del partido!» .
En ese sentido, sostuvo: «Lo advertí, se creen los dueños de la UCR. ¡Una decisión cargada de intolerancia! ¿Van a echar y suspender a todos los que apoyan al Gobierno nacional? En dos semanas con esta conducción nacional la UCR se queda sin afiliados. Los fracasos de la conducción nacional del radicalismo buscan ser tapados con linchamientos a quiénes discrepan de ella», remarcó.
En esa línea, la vicepresidente del bloque de diputados UCR, Karina Banfi, se sumó a las críticas: «No comparto esta decisión porque carece de información y por consecuencia es desproporcionada e innecesaria. Nuestro partido, profundamente democrático, decide a partir del debate de ideas. Promover acciones desde el sectarismo no es lo que esperan los argentinos de nosotros», enfatizó la legisladora bonaerense.
En tanto, el diputado nacional por Catamarca Francisco Monti remarcó que «nuestros bloques de diputados y senadores votaron divididos infinidad de veces sin que la burocracia partidaria porteña aplique sanción alguna».
«Mi respeto y respaldo a colegas que vienen librando enormes batallas contra el rancio kirchnerismo en cada uno de los rincones del país, donde los latigazos del poder duelen de verdad y donde la militancia política se ejerce con verdadera vocación de servicio y de cambio profundo», afirmó.
El diputado Campero, a su vez, en declaraciones al canal La Nación +, acusó a Lousteau de estar «entongado con el kirchnerismo».
«Creo que entre nosotros hay miradas distintas, un sector de diputados con gestión que apoya al Gobierno, que son buenos administradores y luego está un sector que cree que la plata sale de las nubes. Cristina (Kirchner), Manes y Lousteau quieren que le vaya mal al Gobierno», aseveró el legislador.
Y agregó: «Lousteau es un perdedor serial de cargo ejecutivo. La única gestión ejecutiva que tuvo fue la de ser ministro de Economía y la de ser autor de la 125» y acusó a diputados radicales del sector de Manes de intentar «desestabilizar al gobierno».
El titular de la Convención de la UCR, Gastón Manes, por su parte, sostuvo en su cuenta de X que «la irresponsabilidad es el transfuguismo» porque «el problema no es votar en contra del bloque, sino negociar de espaldas a la sociedad y del partido un cambio intempestivo de su voto en contra de un proyecto de ley de la UCR que usted mismo impulsó y que ellos mismos defendieron y votaron unos días antes».
El diputado radical José Tournier no fue sancionado porque, pese a formar parte del bloque y haber votado a favor del veto, no está afiliado al partido.
Sobre el caso de los legisladores Roxana Reyes y Gerardo Cipollini, quienes se ausentaron de la sesión, la Convención Nación resolvió denunciar su decisión ante el Tribunal de Ética partidaria.