Fuente: Viajes National Geographic
Si preguntas por la calle en Praga, escucharás que la ciudad tiene la mayor concentración de bares por kilómetro cuadrado del mundo. Esté o no demostrado matemáticamente, sin duda es difícil caminar unos cuantos metros sin pasar frente a una taberna subterránea, un pub cavernoso de siglos de antigüedad o uno de los nuevos bares de cócteles elegantes y sofisticados que han ido apareciendo por toda la Ciudad Vieja. Da igual si te apetece una pilsner checa o un martini perfectamente mezclado, estos son los bares de Praga que no te puedes perder.
Cerveza con vistas: Cervecería Strahov
Dispuesto en una ladera que da al icónico castillo de Praga así como a la pintoresca Ciudad Vieja; no encontrarás un bar con mejores vistas. La cervecería, unida a un monasterio fundado a principios del siglo XII, ha existido desde al menos el año 1400, cuando la alquiló una localidad cercana por «una libra de pimienta y una liebre gorda», según cuenta la historia. Ahora, famosa por la lager oscura, saca cada año una variedad de cervezas de temporada. Si hace buen día, recorre el sendero señalado desde la cervecería hasta la ciudad y pasarás por hermosos viñedos y arquitectura en el camino.
Cócteles de autor: Hemingway Bar
En muchos sentidos, el Hemingway Bar es la antítesis del pub tradicional checo. Para empezar, tiene una lista de normas escritas. También hay una extensa carta de bebidas alcohólicas que incluye mezcal, ginebra Old Tom y más de 200 tipos de ron. El menú de ron, dividido según procedencia, ofrece alternativas de todo el mundo como Cuba, Jamaica y Madagascar, así como una lista de reserva especiales. Y no te puedes perder los cócteles, en serio.
Disfruta de la escena: Cross Club
El barrio de Holešovice, al norte de la Ciudad Vieja, no suele atraer a muchos turistas, lo que significa que encontrarás a muchos lugareños y expatriados en el espacio con influencia steampunk del Cross Club, que hace las veces de galería de arte, sala de conciertos y bar. Allí podrás encontrar desde una fiesta de baile electroswing a un concierto de heavy metal, todos ellos con un telón de fondo de manivelas, engranajes, andamios y algunos de los residentes más peculiares de Praga. Haznos caso, vas a querer sacar fotos.
Viaja en el tiempo: Tretter’s
Retrocede a los glamurosos días del Art Déco de Praga en el Tretter’s New York Bar, que ha sido propiedad de una familia durante 90 años. Ubicado justo en el centro de la turística Ciudad Vieja, en Tertter’s disfrutarás de un respiro necesario de los caros y abarrotados restaurantes que rodean la plaza. Los cócteles son la especialidad y los camareros de chaquetas blancas se enorgullecen de poder elaborar versiones perfectas de los clásicos.
Un poco de aire fresco: Riegrovy Sady Beer Garden
No puedes visitar Praga sin aprovechar sus numerosas cervecerías al aire libre, y la de Riegrovy Sady es una de las favoritas de los lugareños. El barrio circundante de Vinohrady es el preferido de los expatriados y los checos más modernos, muchos de los cuales estarán en allí los sábados, disfrutando de una pivo (cerveza) mientras ven un partido de fútbol o de hockey en el proyector. Al anochecer, camina por la ladera occidental de la colina para sacar la foto perfecta del sol poniéndose tras el castillo.
Si te entusiasma el vino: Bokovka
Aunque recientemente las regiones vinícolas menos visitadas como Eslovenia y Georgia han ido recibiendo más turismo, los vinos checos han pasado relativamente desapercibidos. Pero en Bokova los celebran: hay docenas de opciones locales de todo el abanico de vinos, como espumosos, dulces e incluso de naranja. Haz una cata con uno de sus expertos sumilleres o disfruta de un aperitivo ligero de su fromagerie.
Como los lugareños: U Jelinku
Si quieres experimentar un pub de Praga como un verdadero praguense, el U Jelinku es el lugar perfecto. Se dice que tiene la mejor Pilsner Urquell de Praga (la única cerveza que sirven aquí), pero este bar es un sensato lugar del barrio. Está abarrotado y los camareros raramente hablan inglés, parte de su encanto. Pide una pivo y relájate para disfrutar de la Praga de ayer.
Escápate a la Polinesia: Tiki Taki
En una ciudad llena de bares, suele decirse que el barrio de Žižkov tiene la mayor cantidad de per cápita. Aunque la mayoría son pequeños pubs de barrio, el encantador Tiki Taki destaca entre ellos. Los murales de inspiración polinesia cubren las paredes y la diminuta cabaña de paja que alberga el bar está cubierta de todo tipo de coleccionables tiki. Todo eso, sumado a las bebidas tropicales reales servidas en cristalería kitsch, te hará olvidar durante un minuto que estás en la República Checa sin litoral.
Con los intelectuales: Café Louvre
Puede que Viena se lleve todo el mérito por su cultura del café, pero la Praga de principios del siglo XX estaba igual de llena de cafeterías e intelectuales. El Café Louvre, abierto desde 1902, no tiene tanto que ver con su menú, una fantástica selección de bebidas alcohólicas clásicas, cervezas y vinos, como con su historia. La cafetería ha recibido las visitas de docenas de filósofos, artistas y escritores, entre ellos Albert Einstein, quien solía venir después de trabajar en la Universidad Alemana de Praga. Saborea un café o un becherovka, un licor de hierbas amargo checo, e intenta descubrir quién de los que están sentados a tu alrededor podría ser el próximo premio nobel.