Un militante del Partido Justicialista de La Plata denunció el fin de semana haber sido secuestrado por tres hombres, dijo que le robaron 35 mil pesos y que lo amenazaron con asesinarlo «si no dejaba de hacer política», pero luego se comprobó que todo era una mentira y que el hombre, en realidad, se encontraba con su amante.
Se trata de Mario Aranda (68), quien el sábado radicó una denuncia en la comisaría 15 de la capital provincial en la que contó que en horas de la mañana en las calles 44 y 197 de la localidad de Olmos «tres personas a punta de pistola lo secuestraron por unas horas mientras armaba la mesa de juntas de firmas que el diputado Guillermo Escudero organiza para presentar en la justicia contra el tarifazo».
El hombre relató que los supuestos secuestradores le dijeron varias veces que «deje de hacer política», precisó que amenazaron con ejecutarlo pero apuntó que, finalmente, lo liberaron horas más tarde en el distrito de Magdalena.
En seguida, tanto desde el PJ nacional, bonaerense y platense repudiaron el hecho en diversos comunicados en los que hicieron referencia a una supuesta «persecución política» en la ciudad de La Plata.
Incluso, desde el peronismo se exigió a las autoridades provinciales y locales «la adopción de medidas que aseguren el libre ejercicio de la democracia».
En un comunicado, el titular del PJ a nivel nacional, José Luis Gioja, afirmó que se trató de un «atentado contra el libre ejercicio de la actividad política» y responsabilizó a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal; a su ministro de Seguridad, Cristian Ritondo; y al jefe de la Policía bonaerense, el comisario Fabián Perroni.
No obstante, más tarde trascendió que Aranda confesó que toda la historia había sido una mentira para intentar ocultar que el sábado había pasado el día con su amante y que, por eso, había llegado tarde a su casa, donde vive con su esposa.
Al conocerse la verdad, desde el PJ de La Plata emitieron ayer un nuevo comunicado en el que aclararon la situación.
En el escrito resaltaron que se trató de «un problema personal que intentó tapar con una fábula que nos preocupó a todos» y remarcaron que el militante «siempre se destacó por su humildad y trabajo».
Anticiparon que van a pedir su expulsión partidaria y detallaron que «nos encargaremos de que tenga una debida atención psicológica».
«Queremos agradecer a todos los que se solidarizaron y preocuparon porque lo que denunció penalmente en la justicia fue un hecho que merece la movilización de la comunidad y por eso la hicimos pública. Pero también corresponde que aclarada la situación se comunique tal cual y pedir disculpas», plantearon.