El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se refirió hoy al segundo paro general contra el gobierno nacional, convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) y las dos CTA, al considerar que “caen la producción, el empleo y los salarios, se aceleran los despidos y Javier Milei pretende erradicar los derechos laborales” y apuntar que “por eso, los trabajadores y trabajadoras” adhieren a la medida de fuerza.
En un extenso hilo publicado en la red social X (exTwitter), el dirigente político manifestó que “las políticas del Gobierno Nacional están destruyendo la producción, especialmente la industrial: comparado con el año anterior, en marzo, la industria manufacturera cayó más de 20 puntos y la construcción se desplomó más de 40%”.
“Como lo veníamos advirtiendo, Milei desencadenó un industricidio. Desde que asumió, el acumulado de la contracción industrial alcanza el 14,8%, mientras que en el caso de la construcción llega al -30,3%”, describió y apuntó que “todos los bloques industriales cayeron en marzo, con retrocesos que oscilaron entre -8% y -43%”.
En tanto, detalló que “en la construcción, el dato más significativo es el del asfalto: -69,2%, el freno de la obra pública ya muestra sus efectos devastadores” y expuso que “las consecuencias de esto son concretas: cada vez más argentinos y argentinas van perdiendo su fuente de trabajo”
El economista puntualizó que, según los últimos datos disponibles, entre noviembre 23 y enero 24, un total de 32.500 trabajadores y trabajadoras de la construcción perdieron su empleo asalariado registrado y expuso que “en la industria el número asciende a 3.000, pérdida que podría escalar a 5.000 en marzo y solo en el sector asalariado formal de la economía”.
En ese contexto, afirmó que “la industria es un sector muy importante en la economía nacional: aporta el 20% del valor agregado y más de la mitad de la producción de bienes; en términos de empleo, explica el 16% del empleo registrado y el 14% de los puestos de trabajo totales”.
Además, el gobernador planteó que “las manufacturas explican dos tercios de las exportaciones nacionales, de las cuales las industriales representan el 31%” e indicó: “Nuestra Provincia representa el 50% de la industria nacional, por lo que estos datos son una muestra de la aguda recesión que estamos sufriendo”.
Posteriormente, expreso que “la producción industrial responde linealmente a la destrucción de los ingresos de sectores populares y la reducción del mercado interno”, señaló que “los salarios perdieron en el primer bimestre del año un poder adquisitivo similar a la contracción industrial (-20%) y las ventas minoristas en supermercados retrocedieron 13%”.
Así, remarcó que, mientras ese fenómeno ocurre, “el salario mínimo y las jubilaciones acumulaban en mayo un retroceso del orden del 30% real”.
Para el mandatario, “la parálisis de todas las obras públicas nacionales, combinada con el impacto de la devaluación y la caída del consumo, a lo que ahora se suma la apertura de las importaciones, destruyen el tejido productivo del país”.
Sostuvo que “este Gobierno Nacional desertor debe poner un freno a sus políticas anti argentinas”, subrayó que “desde la Provincia de Buenos Aires seguiremos haciendo todos los esfuerzos posibles para sostener la producción y defender los puestos de trabajo” y recalcó: “Seguiremos defendiendo los derechos de las y los bonaerenses”.
“Caen la producción, el empleo y los salarios, se aceleran los despidos y Milei pretende erradicar los derechos laborales. Por eso, los trabajadores y trabajadoras van al paro”, cerró Kicillof.
El paro paraliza el transporte, el comercio, los bancos y los servicios de educación y salud. Con las consignas “La Patria no se vende” y “Pará la mano”, la medida de fuerza se realiza en el marco de un plan de lucha de las centrales obreras que incluyó la semana pasada una masiva concentración por el Día del Trabajador, y previamente la participación en la multitudinaria marcha universitaria del 23 de abril.
Se trata de la segunda medida de fuerza general y nacional de la CGT durante la gestión de Milei: la primera fue el 24 de enero, a 45 días del inicio del nuevo gobierno, e incluyó una masiva concentración en Plaza Congreso, mientras se desarrollaban las sesiones extraordinarias.