Los precandidatos a presidente de Alternativa Federal, Miguel Pichetto, y Juan Manuel Urtubey se pronunciaron a favor de avanzar en un acuerdo político con el gobierno nacional mientras que Sergio Massa pidió ampliar la convocatoria a un acuerdo al resto de los partidos políticos y calificó la iniciativa oficial de una «expresión de buenas intenciones».
Además de dirigentes políticos, los empresarios agrupados en la CAME y en el FCE, manifestaron su respaldo a la propuesta, en la búsqueda de «equilibrio fiscal» y «previsibilidad», desde IDEA celebraron la iniciativa y la consideraron «revolucionaria» y la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) brindó hoy un amplio respaldo al acuerdo político propuesto por el gobierno.
El primero en saludar la idea de Cambiemos fue el senador nacional Pichetto, quien aseguró que él mismo venía reclamando eso «hace meses» y se preguntó quién no estaría de acuerdo con la propuesta.
En sintonía, el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, consideró que ningún dirigente político puede «negarse a debatir políticas públicas con el Gobierno», aunque existan «diferencias ideológicas sobre cómo se implementarían» esas medidas.
En cambio, Massa puso reparos esta tarde al acuerdo propuesto por el gobierno sobre 10 «puntos esenciales» y discrepó con sus socios en Alternativa Federal, al considerar que la iniciativa de Cambiemos es sólo «una expresión de buenas intenciones que tiene que ver con darle señales a los mercados», pero no la invitación a un «diálogo sincero».
«No quisiera pensar que el gobierno intenta dividir a la oposición; no quisiera pensar que estamos en una trampa electoral para que los argentinos caigan nuevamente en la trampa de la grieta», declaró Massa y se alineó así con el ex ministro Roberto Lavagna, uno de los primeros en criticar la idea oficial.
Ayer el gobierno propuso a los precandidatos de Alternativa Federal Massa, Pichetto y Urtubey un acuerdo para negociar un conjunto de políticas que tienden, entre otras cuestiones, a garantizar el equilibrio fiscal y el cumplimiento de los pagos a los acreedores de Argentina, después del recambio presidencial del 10 de diciembre.
Desde el Ministerio del Interior explicaron que fueron excluidos quienes aún no formalizaron si competirán en las presidenciales de octubre, como el ex ministro Roberto Lavagna y la ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner.
Hoy, desde Neuquén, el presidente Mauricio Macri defendió la iniciativa y reclamó «generosidad» .
«Es un momento de tener generosidad y sentarse alrededor de una mesa para llevar tranquilidad, llevar futuro a la casa de todos los argentinos», declaró Macri y pidió: «Permitan decirle al mundo que esto que hemos empezado va a continuar».
El titular de la UCR y gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, fue más allá, dijo que se trataba de una «buena iniciativa» y admitió que le gustaría que tuviera un «correlato electoral» y ampliar Cambiemos «a otras fuerzas para enfrentar las vicisitudes de Argentina».
El primero de los 10 puntos que el gobierno presentó a Alternativa Federal establece que, en caso de que el Poder Ejecutivo esté en manos de un dirigente opositor a partir del 10 de diciembre, será ratificado el objetivo de la administración de Mauricio Macri de «lograr y mantener el equilibrio fiscal».
Hoy, una de las primeras críticas al decálogo salió de Lavagna, quien puso en duda las intenciones del gobierno con su convocatoria, y pidió no «jugar con las expectativas de la gente a partir de la especulación política».
También con cuestionamientos se pronunció el titular del PJ nacional y diputado del Frente para la Victoria, José Luis Gioja, quien advirtió que «el peronismo institucional no recibió» ninguna propuesta y cuestionó que no exista «voluntad de cambiar» desde el gobierno.