El presidente Mauricio Macri participará desde el viernes de su tercera cumbre del G20 como líder de la Argentina, un espacio que ha utilizado en sus anteriores presentaciones para difundir un mensaje de restauración de la confianza en el país y de ruptura con «el aislacionismo» que dificultaba «la integración al mundo».
En las cumbres de 2016 en la ciudad china de Hangzhou y en la de 2017 en la alemana de Hamburgo, Macri ha sostenido que la Argentina «tiene que desandar muchos años de no cumplir con la palabra y de crear conflictos» pero destacó que «vamos por el buen camino».
«Estamos volviendo al mundo y, con esto, perseguimos tener asociaciones estratégicas con muchos países para que haya más trabajo para los argentinos», dijo Macri a Télam y a otros medios durante la cumbre del año pasado en Hamburgo.
Según el Presidente, «es la confianza lo que mueve todo esto» y en esa línea marcó que «la Argentina tiene que desandar muchos años de no cumplir con la palabra, de incumplir contratos y de conflictos».
En las sesiones plenarias de la cumbre en Alemania, Macri dijo a los líderes del G20 que «en la Argentina ya dejamos atrás el aislacionismo que obstaculizaba nuestra integración con el mundo».
El año anterior, en la cumbre de China, Macri se había pronunciado a favor de integrar un sistema comercial «abierto, inclusivo y fuerte» para potenciar «el impacto positivo de las inversiones», y generar así «prosperidad» en la economía.
«Queremos generar confianza y ya hemos empezado por 30 de las 48 reformas recomendadas por el G20. Hemos lanzado también una fuerte lucha contra la corrupción y un programa de energías renovables», enumeró el presidente argentino en una de sus intervenciones en la ciudad de Hangzhou.
El mandatario calificó entonces como «imprescindible» que la Argentina desarrolle «marcos legales transparentes y predecibles, que le den seguridad al inversor.
Sin embargo, marcó como «fundamental» que el G20 en su conjunto logre adoptar medidas «para evitar que los países en desarrollo queden confinados a ser proveedores de materias primas y puedan escalar hacia actividades de mayor valor agregado».
De cara a la organización del G20 de 2018 en Argentina, Macri aseguró el año pasado que «toda la atención del mundo» estará sobre el país y que la meta es «transformar esa atención en oportunidades concretas para la gente. Cada vez que generemos esa atención es un mensaje positivo hacia toda la comunidad de negocios».
«Pensemos que de un país fuera del mundo, a tener que organizar el Foro de Gobernancia Económica Mundial (G20), es un desafío en sí mismo. Por eso hay que aprovechar para que el mundo vea nuestras potencialidades en vivo y en directo», agregó.
Por último, se refirió también a la educación y el trabajo, ejes sobre los que se debatirá en la cumbre de esta semana y llamó a reconocer que «no nos hemos ocupado lo suficiente para proteger a los trabajadores en esta nueva escala de valor y producción a escala mundial».
En ese sentido, afirmó que por causa de la «renovación tecnológica, el mundo es testigo de una creciente demanda de un nuevo conjunto de habilidades en todos los niveles».
«El futuro del empleo se presentará como una carrera entre la educación y la tecnología», afirmó Macri durante una de las presentaciones en Hamburgo y aseguró que «una educación de calidad servirá para reducir la desigualdad».