La sesión especial convocada en el Senado bonaerense para debatir la reinstauración de la reelección indefinida para cargos legislativos fue suspendida anoche, tras no alcanzarse el quorum necesario.
La falta de consenso dentro del propio bloque de Unión por la Patria expuso nuevamente la interna que atraviesa al oficialismo provincial.
El proyecto, promovido por legisladores referenciados en la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, proponía modificar el artículo 13 bis de la Ley Electoral 5109 para permitir reelecciones indefinidas de diputados y senadores provinciales, concejales y consejeros escolares. Sin embargo, excluía a los intendentes, lo que generó resistencias en el sector alineado con el gobernador Axel Kicillof.
En ese contexto, la senadora Ayelén Durán, cercana al gobenador, presentó una iniciativa paralela que también habilita la reelección indefinida de los jefes comunales, hoy impedidos de presentarse en 2027 por la Ley 14.836, sancionada por el impulso de los legisladores del Frente Renovador durante la gestión de María Eugenia Vidal, que limita a dos los mandatos consecutivos.
La presentación de ese nuevo proyecto tensó aún más la interna y trabó las negociaciones con otros bloques.
Sin el acompañamiento pleno de los propios legisladores oficialistas, la sesión se cayó.
La bancada de Unión por la Patria, presidida por Teresa García, cuenta con 21 miembros y necesita al menos tres aliados externos para habilitar el tratamiento.
Pero el verdadero problema estuvo dentro: los senadores kicillofistas Pedro Borgini, Marcelo Feliú y la propia Durán anticiparon que no participarían si no se sumaban los intendentes al texto. A ello se sumó el rechazo a la iniciativa del senador Federico Faggioli, cercano a Juan Grabois, así como de la massista Sofía Vanelli, cuyo espacio político históricamente se opuso a las reelecciones indefinidas.
En paralelo, el kirchnerismo intentó sumar apoyos en sectores disidentes de la oposición, como el bloque Unión Renovación y Fe (los exlibertarios), que en comisión había respaldado el dictamen favorable.
Sin embargo, la falta de unidad en el oficialismo dejó sin efecto cualquier posibilidad de éxito.
Desde la Gobernación interpretan el avance del proyecto cristinista -centrado solo en cargos legislativos- como una jugada para marcar territorio en medio de la interna del PJ bonaerense.
Así, la negativa a incluir a los intendentes es leída como un intento de frenar el crecimiento político de los 40 alcaldes alineados con Kicillof dentro del Movimiento Derecho al Futuro.
Se prevé que las negociaciones continuarán la semana próxima, con la posibilidad de unificar ambos textos o avanzar en un nuevo proyecto que logre sintetizar las distintas posiciones dentro del peronismo.
