Tras las elecciones del domingo pasado, donde obtuvo el segundo lugar y se encamina a competir en el balotaje contra Sergio Massa, el candidato presidencial de la Libertad Avanza (LLA), Javier Milei selló un acuerdo electoral con Mauricio Macri y Patricia Bullrich, que dejó en estado de virtual fractura a Juntos por el Cambio (JxC) y generó ruidos dentro de su propio frente interno, pese a los intentos por mostrar que no se tratará de un eventual cogobierno en caso de ganar las elecciones.
«No hay un acuerdo, es un apoyo incondicional que hizo el presidente Macri y la señora Bullrich. Decidieron acompañar de modo incondicional a la expresión del cambio que entró al balotaje», ratificó esta mañana Milei en declaraciones a radio Mitre, explicando los alcances de la reunión que mantuvieron los tres dirigentes el martes por la noche, que dio pie a un escenario de reconfiguración política de cara a la segunda vuelta del 19 de noviembre.
Los `caballitos de batalla’ de la propuesta electoral de Milei -como son la dolarización y la eliminación del Banco Central- no fueron abordados en esa reunión y Milei ratificó hoy que esos temas «siguen en pie y no se negocian».
Todas las voces vinculadas al pacto sellado descartan que en ese encuentro que terminó en la madrugada del miércoles en la casa de Macri en la localidad bonaerense de Acassuso se haya hablado de un eventual cogobierno o de reparto de cargos en ministerios, en un hipotético triunfo de Milei en el balotaje de noviembre.
«Es mentira que (Macri) haya pedido injerencia en el Ministerio de Justicia», sostuvo esta mañana el candidato libertario, sobre los rumores de un pedido que habría hecho el expresidente de poner a cargo de esa cartera a Germán Garavano.
Entre los nombres que sí mencionó Milei esta semana se encuentran varios economistas vinculados al entorno de Macri y su exgobierno: por un lado, descartó a Carlos Melconian -quien había sido presentado como el ministro de Bullrich en caso de ganar las elecciones- pero sumó a Daniel Artana y Rodolfo Santangelo.
En sus declaraciones públicas de estos días, Milei también mencionó que valora las gestiones que tuvieron Federico Sturzeneger, Demian Reidel y Mariano Flores Vidal en el Banco Central durante el gobierno macrista.
«(Podría incluir) ex ministros del Gobierno de Macri también porque con muchos de ellos soy amigo», añadió esta mañana.
También, el abogado Guillermo Francos, asesor de Milei, insistió hoy con que el acuerdo no implica «una transacción ni conversación sobre el tema de la dolarización» ni se habló de un eventual «cogobierno» o un reparto de cargos en ministerios.
«Quiero dejar claro que no es un acuerdo, es un apoyo a la fórmula Milei-Victoria Villarruel y no es de gobernabilidad sino de apoyo frente a la oposición y a la candidatura de Sergio Massa», dijo Francos esta mañana en declaraciones a CNN Radio.
El asesor libertario dijo que «tampoco es cierto que hubo una conversación vinculado a un cogobierno ni sobre ministerios» y se quejó de que «hay operaciones del actual gobierno para tratar de confundir» y aseguró que hubo un intercambio de cargos es «bajarle el nivel a la conversación que tuvieron» los dirigentes liberales.
La alianza electoral con Milei quedó sellada el miércoles cuando la titular del PRO y excandidata presidencial Patricia Bullrich, acompañada por su excompañero de fórmula, el radical Luis Petri, anunciaron su apoyo a la fórmula de La Libertad Avanza en una conferencia de prensa.
De inmediato, empezaron los reacomodamientos y el estupor dentro de Juntos por el Cambio: el radicalismo, la Coalición Cívica ARI (CC) y miembros del PRO como la diputada nacional María Eugenia Vidal o el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta se opusieron a esta alineación y generaron una fractura interna.
El acuerdo también generó tensiones hacia el interior de la LLA y
comenzó una fuga de dirigentes electos y un malestar entre algunos sectores por la llegada de la «casta» a sus filas.
Tres de los cinco diputados provinciales electos en Entre Ríos por La Libertad Avanza abandonaron el partido libertario antes de asumir,
«Estoy decepcionado, aposté por un Milei anti casta, no por un Milei casta que aceptó un arreglo por un resultado electoral», dijo a Télam el legislador electo Carlos Damasco, y remarcó que con el acuerdo con JxC «están defraudando a los votantes».
Damasco y Julia Calleros tomaron en las últimas horas la misma decisión que su par Liliana Salinas, aunque confirmaron a Télam que no conformarán un bloque entre los tres, sino que formarán un bloque los primeros dos, mientras que Salinas tendrá un bloque unipersonal.
En un intento de retomar su discurso antisistema y en contra de la «casta», Milei sostuvo esta mañana que el acuerdo con Macri «no tiene la lógica de la política tradicional», e insistió en que hay «coincidencias en un 90% y algunas diferencias».
En cuanto a los disidentes del PRO y el radicalismo, Milei argumentó que «siempre quisieron estar con Massa», en línea con lo que dijo Macri, quien acusó ayer a tres dirigentes radicales -Gerardo Morales, Martín Lousteau y Emilianoo Yacobitti- de «transar» con el candidato de Unión por la Patria.
Para Milei, la posibilidad de llegar a un acuerdo con Horacio Rodríguez Larreta o María Eugenia Vidal -las ‘palomas’ del PRO que no apoyaron el acuerdo- es muy distante porque «no hay afinidad de ideas» y los volvió a calificar de «progres y colectivistas».
«Hay un reordenamiento ideológico, de este lado los que ponemos la libertad al centro de la escena, los socialistas tienen que estar en otro lado», aseveró el candidato presidencial.
Tras el acuerdo, el economista no sólo perdió el apoyo de diputados electos sino que también sufrió la baja del dirigente del sindicato de Gastronómicos Luis Barrionuevo como aliado.
«La opción ahora es Massa o Macri», ironizó Barrionuevo, para quien el acuerdo Milei-Bullrich «es una maniobra» del expresidente en su objetivo de avanzar hacia la conformación de una nueva fuerza política.
La hipótesis de Barrionuevo es que Macri pretende «manejar y crear un nuevo partido, teniendo a Milei funcional a su proyecto» y afirmó que el candidato libertario tendría que arreglarse por su cuenta con la fiscalización de cara al balotaje.