Te contamos los trucos para saber cómo identificar la vocación de tus hijos. No hace falta esperar a la pubertad para descubrir qué es lo que les interesa, ya desde bebés van dejando claro qué es lo que les gusta y qué no.

Hay veces que los padres piensan que hasta que sus hijos no lleguen a la adolescencia no tendrán claro qué profesión van a elegir, pero nada más lejos de la realidad. La pubertad es una etapa de lo más complicada para los hijos y para los padres, por lo que decidir en estos momentos qué quieren hacer con su vida es de lo más complicado. Sin embargo, cuando son bebés o están en plena infancia, los niños van dando pistas sobre lo que les interesa, lo que les llama la atención y lo que más le motiva.

No nos retiremos, por supuesto, a la etapa en la que los pequeños un día dicen que quieren ser bomberos, otro policía, otro astronauta… sino a acciones concretas como estas:

Se interesa por algo de manera espontánea
Tu hijo está jugando en casa y de pronto muestra un interés de lo más espontáneo por algo que ha salido en la televisión, unos animales o unos instrumentos de música y es ahí cuando comienza a hacerte preguntas sobre ello: ¿qué es? ¿Qué hacen? ¿Puedo tener uno? No dudes en responder a todas y cada una de sus cuestiones de forma sincera y con palabras que pueda comprender. Observar y prestar atención a toda esa inclinación natural nos da señales sobre lo que le apasiona.

Fíjate a qué juega
Te darás cuenta de que tu hijo cambia cada dos por tres de juego o actividad, pero que hay una o unas pocas en concreto que consiguen captar su atención por más tiempo y que las hace una y otra vez, casi a diario, por ejemplo, le gusta mucho armar las piezas de un rompecabezas, o intentar desarmar un juguete para ver qué es lo que tiene por dentro, o bien le gusta mucho jugar a hacer fotos e incluso te pide tu cámara o tu móvil. Una vez más, motívale en la forma que te sea posible y siéntate con él a jugar a estas cosas, compartiendo ratos con tu hijo verás también qué es lo que prefiere hacer.

Está feliz con lo que hace
Los niños siempre suelen estar contentos con la actividad que realizan, pero verás que hay alguna en concreto que hace que asome una sonrisa aún mayor en su rostro. Puede que a estas edades no tenga claro al cien por cien a lo que quiere dedicarse cuando sea mayor, pero es ahora cuando está descubriendo las cosas que más le motivan, piensa que un adulto que puede hacer de su trabajo su vocación será una persona feliz y realizada.

Recuerda por último que es importante dejar que tu hijo juegue con libertad para que pueda experimentar con todo lo que está a su alrededor, de esta manera descubre las cosas por las que siente afinidad y que le hacen sentir especial.