Organismos de derechos humanos, agrupaciones sociales y partidos políticos encabezaron hoy una multitudinaria manifestación en la Plaza de Mayo en repudio al fallo de la Corte Suprema de Justicia que benefició con el cómputo procesal del 2×1 al represor Luis Muiña, en una masiva protesta que exigió “la continuidad de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia”.
Bajo la consigna “señores jueces, nunca más un genocida suelto”, las organizaciones convocantes coincidieron en calificar “como antidemocrática” a la decisión del máximo tribunal y advirtieron que “no claudicarán en la lucha que se lleva a cabo hace 40 años”.
El documento fue leído por la titular de las Abuelas de Palza de Mayo, Estela de Carlotto; las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Taty Almeida y Nora Cortiñas; y la representante de los Familiares de Detenidos Desaparecidos Lita Boitano.
Todas estas emblemáticas figuras del histórico movimiento que se enfrentó con la última dictadura cívico militar pidieron a la «corporación judicial» que “escuche” porque están dispuestas “a continuaran con los reclamos ante organismos internacionales».
«La sociedad se movilizó hoy por la justicia y contra la impunidad», enfatizó Estela de Carlotto al señalar que en la Plaza de Mayó se “alzó la voz contra el odio» que representa el fallo de la Corte que beneficia a cientos de represores.
En este sentido la titular de Abuelas de Plaza de Mayo sostuvo que el motivo de la marcha «es dar vuelta este fallo antidemcoratico y pro dictadura» que otorgó el beneficio del cómputo del 2×1 a genocidas.
«Acá está el pueblo, un pueblo más sabio y más comprometido que sabe que la dictadura no es un hecho del pasado. Si esta decisión de la Corte se sostenía íbamos a vivir nuevos vientos de impunidad”, señaló Carlotto, quien ponderó la decisión del Congreso de aprobar una ley que estableció que el principio del 2×1 no puede aplicarse en casos de lesa humanidad.
«Los tres poderes del Estado deben tomar el reclamo de esta plaza. Que la corporación judicial nos escuche porque no claudicaremos en lucha», leyó Carlotto y agregó: «Señores jueces nunca más un genocida suelto».
Por su parte, Taty Almeida, quien abrió el acto, sostuvo en el primer fragmento del documento que con el fallo de la Corte se «abrió la puerta a la impunidad».
«Hay que tener memoria», pidió Almeida a las decenas de miles de personas reunidas en la Plaza, y nombró a los tres magistrados que votaron en favor del computo del 2×1, lo que generó la reprobación de los manifestantes.
En tanto que Nora Cortiñas, integrante del grupo que constituyó las Madres de Plaza de Mayo, expresó: «Los delitos de lesa humanidad, nos son delitos comunes», y elogió la postura de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
«Todos nosotros continuamos buscando. Pretenden liberar a cientos de genocidas». Desde la Plaza, la multitud se unía en la entonación de una consigna que acompañó en los años ’90 el reclamo de justicia, en tiempos en los cuales la impunidad parecía consagrada por las leyes de Punto Final y Obediencia Debida y los indultos promulgados por el entonces presidente Carlos Menem.
“Como los nazis/ les va a pasar/ Adonde vayan/ los iremos a buscar/…”, en una clara alusión a los represores que durante años eludieron el accionar de la justicia.
A modo de cierre, y de cara a la multitud, Taty Almeida tomó el micrófono y a viva voz pronunció: “30 mil compañeros detenidos desaparecidos, presentes, ahora y siempre».
La dirigente de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas Lita Boitano sostuvo que el fallo «es un indulto a nuestra historia» y agregó que la decisión del máximo tribunal no es solo «riesgosa para nuestros nietos, sino también para toda la sociedad».
A su vez, remarcó que el fallo beneficia a quienes son responsables de la desaparición de Julio López.
Desde las 16, militantes de organizaciones sociales, políticas y sindicales se concentraron en 9 de julio y Belgrano, a lo largo de Cerrito llegando hasta la Avenida de Mayo y desde allí hasta la calle Tacuari, a la espera de ingresar a la Plaza de Mayo.
“Nos defraudó el presidente (Mauricio) Macri cuando dijo que los organismos éramos un curro. Por suerte esta decisión de la Corte se modificó con una ley y esperamos seguir con nuestro objetivo de establecer Memoria, Verdad y Justicia”, remarcó Carlotto minutos antes de subir al palco del acto, ubicado frente a la Pirámide de Mayo.
Según informaron desde Madres Línea Fundadora, se pidió a las organizaciones que no ingresen a la plaza hasta las 18 para facilitar la participación de ciudadanos sin pertenencia a las diferentes agrupaciones presentes en el acto. Integrantes de la CTA de Hugo Yasky y otras organizaciones repartieron pañuelos blancos que los manifestantes se colocan en el cuello.
Participaron de la convocatoria la CTEP, Barrios de Pie, MTE, UPCN, ATE, SADOP, el Suteba, Sadop, Conadu y la CTA, entre otras organizaciones sociales, sindicales y políticas.
También encabezó una columna la organización cultural “La Chilinga”, que acompañó su marcha al son de redoblantes, bombos y tambores.
Estuvieron presentes la agrupación HIJOS de Capital Federal; una columna del colectivo Memoria, Verdad y Justicia; y la organización social Tupac Amaru, que lidera la dirigente jujeña Milagro Sala, detenida desde enero de 2016.
Entre los partidos políticos se contaba la presencia de varios dirigentes del Justicialismo bonaerense como Fernando Espinoza, la Verónica Magario, Walter Festa, Leonardo Nardini, entre otros.
Los nietos recuperados Juan Cabandié, Horacio Pietragalla y Victoria Donda, nacidos en cautiverio en centros clandestinos de detención y hoy dirigentes políticos, participaron del acto.
“Vengo a repudiar, pero también a festejar que pudimos sancionar una ley que revirtió una mala decisión de la Corte”, apuntó Donda, diputada nacional de Libres del Sur.
En inmediaciones del palco, el dirigente sindical y diputado del Frente Renovador Facundo Moyano afirmó que “los derechos humanos son de toda la sociedad que hoy se mostró unida en la plaza contra al impunidad”.
En otro orden, el ex juez federal Carlos Rozanski, titular del Tribunal que condenó al represor Miguel Etchecolatz, consideró que los magistrados (Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Elena Highton de Nolasco) que emitieron el fallo del 2×1 “deberían renunciar o ser sometidos a un proceso de juicio político”.