Después de la ola de calor y de las intensas lluvias registradas en los últimos días, los mosquitos aparecieron otra vez en municipios del norte y el conurbano de la provincia de Buenos Aires por lo que las distintas comunas reforzaron las tareas de fumigación.

Este insecto, que habita en zonas rurales o periurbanas, se mueve en colonias de gran cantidad de individuos, es más agresivo en la picadura y, además, es vector de la Encefalomielitis Equina del Oeste (EEO), enfermedad que afecta a varias provincias – en territorio bonaerense circula en 30 distritos – y por la que han muerto siete personas.

En tanto, las tormentas con precipitaciones copiosas que producen anegamientos y encharcamientos temporarios, contribuyen a la proliferación de esta especie de mosquito, llamada “de la inundación” o “plaga”, ya que justamente el agua puede avivar los reservorios de huevos que hayan quedado en zonas secas y en estado de latencia. Otra especie que estaría circulando y que tiene hábitos de cría similares es el Psorophora ciliata, que pone los huevos en zonas encharcadas. Por fortuna, ninguno de ellos es vector del dengue.

María Victoria Micieli, doctora en Ciencias Naturales y directora del CEPAVE (Centro de Estudios Parasitológicos y Vectores), explicó que “las lluvias generan los sitios de cría, inundan los terrenos anegables, que en general son terrenos bajos, de las afueras de la ciudad, y son los charcos de inundación que vemos, por ejemplo, a lo largo de la autopista Buenos Aires – La Plata”.

Aseveró que “los mosquitos detectan estas zonas bajas, ponen los huevos, y si los charcos secan esos huevos van a quedar en seco y pueden estar meses hasta que otra lluvia inunde nuevamente la zona y se produzcan grandes criaderos”.

De este modo, las intensas lluvias que se han registrado desde la semana pasada en todo el territorio bonaerense es posible que hayan reavivado los criaderos de las especies mencionadas, que se crían en zonas de charcos o inundadas.

Ante la proliferación de una nueva ola de estos insectos, se recomienda usar repelentes, espirales en los hogares, ropa que pueda cubrir el cuerpo y estrategias de fumigación a nivel comunitario.

El Aedes albifasciatus es el mosquito que transmite la Encefalomielitis Equina del Oeste (EEO), enfermedad que afecta a los caballos y que también puede infectar a seres humanos.