El ministro de Justicia bonaerense, Gutavo Ferrari, destacó un cambio reciente en el reglamento del Consejo de la Magistratura que establece, por primera vez en su historia, el orden de mérito para elegir jueces, fiscales, defensores oficiales y asesores, y afirmó que «se trata de un paso más de la reforma judicial impulsada por la gobernadora María Eugenia Vidal».
Ello significa que, para formar las ternas de candidatos que son elevadas a la gobernadora para que ella elija quién será el futuro magistrado, el Consejo debe optar primero entre los que hayan quedado mejor posicionados.
«A partir de este cambio se limita la discrecionalidad política e ideológica. Ya no será la política la que elija al postulante que quedó en el número 30 del examen, sino que conformarán la terna los candidatos que mejores notas hayan sacado en las evaluaciones», explicó el funcionario.
«Por la iniciativa del gobierno provincial, se reducirá sustancialmente el margen de discrecionalidad política para elegir a los futuros jueces, ya que antes la selección quedaba sujeta a que los candidatos sólo hubieran aprobado un examen escrito», dijo Ferrari a esta agencia.
Es que a partir de una ley sancionada el año pasado se estableció la obligación de contar con un orden de mérito para elegir a los magistrados.
A partir de ahora, para establecer quiénes son los mejores candidatos, el Consejo de la Magistratura está obligado a formar esas ternas y a tomar en cuenta, además de la nota del examen escrito, un examen oral que será videofilmado.
También se contemplarán los antecedentes profesionales de los candidatos, el desempeño que hayan tenido en los cursos de la Escuela Judicial -que será obligatoria a partir de 2021-, y el puntaje que se les asigne en una entrevista personal que también será grabada.
El funcionario precisó que «todas las notas, más los antecedentes de las personas, son evaluados y conforman un orden de mérito para conformar la terna», y agregó que «ahora, la terna la constituyen los tres mejores promedios o los que mejores notas sacaron de acuerdo a la suma de todos los elementos de las evaluaciones».
El ministro aseveró que «la decisión que tomamos con el Consejo de la Magistratura, de que los exámenes no sean solamente escritos sino también orales y videograbados, permite un mejor control».
Celebró también el hecho de que dentro de dos años «va a ser necesario haber cursado y aprobado la Escuela Judicial obligatoria».
«Los resultados de esta reforma se verán más adelante, pero nos colocan en un mejor lugar de importancia institucional, y que junto con la comisión de Mapa Judicial, la nueva Ley de Enjuiciamiento de Magistrados, la selección de magistrados y la reforma de los Códigos que hemos enviado a la Legislatura se inscriben dentro de lo que es la reforma judicial del gobierno de María Eugenia Vidal, que busca mejorar la institucionalidad».
«Esto implica una autolimitación dentro del poder político», finalizó.