El Comité del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), incorporó días atrás al Parque Nacional Los Alerces como Sitio de Patrimonio Mundial en la 41° Sesión que se desarrolló en la ciudad de Cracovia, Polonia.
La distinción se basó en que el Parque alberga un bosque milenario con valor universal excepcional, por ser el alerce la segunda especie viviente más longeva del planeta, y en la particular belleza natural del entorno.
De esta manera, el organismo incorporó al sistema de áreas protegidas nacionales un nuevo Sitio Patrimonio que jerarquiza los niveles de conservación de la biodiversidad y promueve una mayor visitación en función de la trascendencia mundial de esta distinción. Previamente fueron incorporados el Parque Nacional Los Glaciares, en 1981; el Parque Nacional Iguazú, en 1984, y el Parque Nacional Talampaya, en el año 2000.
¿Pero cuáles son las bellezas que alberga este sitio emblemático? Una característica distintiva del Parque Nacional Los Alerces radica en que es una pieza clave y fundamental para conservar los ecosistemas boscosos de la porción más austral y oriental de los Bosques Templados Valdivianos, una ecorregión considerada por los científicos como prioritaria y sobresaliente para la conservación a escala mundial.
La propuesta aprobada comprende 188.379 hectáreas del Parque Nacional Los Alerces, de las cuales más de 7.000 protegen Bosques Milenarios de Alerces, con ejemplares que alcanzan 2.600 años de existencia.
Asimismo, el área protegida alberga otras especies amenazadas, como es el caso del huemul, en un entorno de imponentes montañas con hielos y nieves eternas que conmueven los sentidos y manifiestan una majestuosa naturaleza.
El Parque Nacional Los Alerces se encuentra en el noroeste del Chubut, a 50 kilómetros de la ciudad de Esquel y a 25 de Trevelin, sobre el límite internacional con Chile, y forma parte de la Reserva de Biósfera Andino Norpatagónica (UNESCO), integrada además por los Parques Nacionales Lago Puelo, Nahuel Huapi, Los Arrayanes y Lanín y por territorios provinciales de Río Negro y Chubut.
El centro operativo y la sede administrativa del parque se encuentran en Villa Futalaufquen, donde se puede recorrer el Centro de Visitantes y una serie de senderos de baja dificultad para conocer los alrededores.
Cerca de allí, a unos cinco kilómetros, se accede a Puerto Limonao y a la histórica Hostería Futalaufquen construida en 1944 por el arquitecto Alejandro Bustillo.
En marzo de este año se finalizaron las obras sustentables en el emblemático Alerzal, que incluyeron la renovación total del histórico circuito, con nuevos puntos de observación, áreas de descanso y refugio para el visitante, con lo que se mejoró tanto la calidad como la accesibilidad de la experiencia y se potenció el mensaje para generar conciencia ambiental.
Este recorrido exclusivamente pedestre de dos kilómetros por la selva valdiviana ofrece un sistema de información que incluye 12 grandes paneles interpretativos que destacan la importancia de conservar la biodiversidad, las características especiales de este ambiente y la función de los parques nacionales.
La Administración de Parques Nacionales estuvo representada por su vicepresidente, Emiliano Ezcurra, quien formó parte de la delegación argentina junto a Miguel Ángel Hildmann, representante permanente alterno ante el organismo internacionales, y Gladys Pérez Ferrando, integrante del Comité Argentino de Patrimonio Mundial.