Las denominadas «ciudades inteligentes» emergen como nicho turístico y se convierten en centros de atracción para viajeros de todo el mundo, seducidos por vivenciar las transformaciones de esas metrópolis, en una tendencia que busca, además, optimizar la competitividad del sector y promover los patrimonios ambiental y cultural.
«La noción de ‘ciudades inteligentes’ tiene que ver con el desarrollo, pero, si bien siempre se asoció con la tecnología o con la innovación, el concepto es más terrenal», cuenta Gonzalo La Rosa, director del Instituto Ciudades del Futuro (ICF), organización que promueve un método para la planificación de ciudades inteligentes latinoamericanas utilizando una plataforma abierta y sin licencia (https://ciudadesdelfuturo.org.ar/).
En otras palabras, para ser «inteligente» una ciudad debe contar con un control eficiente y basado en la tecnología del tráfico, de sus servicios y de su infraestructura; sumar alojamientos con administración remota de, por ejemplo, sus electrodomésticos; conectividad gratuita; experiencias personalizadas para el tiempo de ocio; una red de videovigilancia; un tratamiento sostenible de su agua, aire y residuos.
«Estas ciudades pueden gestionar datos, recopilados de sensores físicos o búsquedas digitales, para tomar sus mejores decisiones, planificar mejor sus políticas públicas y monitorear, evaluar y confirmar los resultados», detalla el especialista, uno de los principales organizadores de la 2da. Feria Internacional de Destinos Inteligentes (FIDI), que se realizará en marzo en Brasil.
Un ejemplo es la ciudad suiza Zúrich, que encabeza el ranking Smart City Index 2023, del Instituto Internacional para el Desarrollo Gerencial y la Organización Mundial de Ciudades Inteligentes y Sostenibles.
Los turistas que votaron entre más de 140 ciudades, destacaron a Zúrich por su red de transporte público integrada por tranvías, colectivos, funiculares y trenes, con una estación como centro principal de todos los transportes, y su sistema inteligente de administración de edificios, con electricidad, refrigeración y calefacción controladas de manera automática.
Además, eligieron a la saudita Riad por sus sensores para evitar la congestión del tráfico y su sistema de vigilancia inteligente; la china Shanghai, por una plataforma que junta más de 1.200 servicios, y Seúl, capital de Corea del Sur, por proyectos de robots patrulla autónomos y balizas para evitar extravíos.
También la española Barcelona, por su alumbrado público con LED y contenedores inteligentes; y la estadounidense Nueva York, por su método de recolección de basura con chips y contenedores que funcionan con energía solar.
«Estas ciudades crean su propio nicho (de turistas) por el solo hecho de ser ‘inteligentes’ y, aunque hay mucho turismo tradicional, también son elegidas por funcionarios, profesionales, docentes, investigadores y empresarios para celebrar convenciones y conferencias», resume el director del instituto.
«En América Latina, el desarrollo turístico siempre es traccionado por el sector público, pero se logra también por el impulso y la inversión privada, por lo que construir una gobernanza es imprescindible», explica La Rosa, quien considera que hay muchas ciudades argentinas «que pueden ser inteligentes».
En Argentina, el Smart City Index 2023 destacó a la ciudad de Buenos Aires por sus cámaras de monitoreo de patentes, gestión de residuos y movilidad sostenible, como el servicio de bicicletas públicas.
Otros rankings mencionan a Rosario, por la modernización que llevó a cabo en el alumbrado público; a Córdoba, por su «resiliencia pospandemia»; a Mendoza, por el transporte eléctrico, y a Salta; por su sistema de videovigilancia.
Chascomús fue distinguida en 2022 como destino turístico inteligente por la ONG Fundación Ciudad, de La Plata, por un trabajo articulado entre el municipio y el ICF, que proporciona al viajero «una experiencia mejorada, más fluida y conveniente», que aborda desde la planificación de la visita hasta su circulación por la ciudad, con aplicaciones móviles, sistemas de transporte y conectividad gratuita.
La seguridad ocupa un rol central en la experiencia mejorada del viajero a través de tecnologías de videovigilancia inteligente, sistemas de alerta temprana y aplicaciones de seguridad ciudadana; y programas de sostenibilidad ambiental, con tecnologías verdes que posicionan a la ciudad como destinos «ecoamigables».
Además, el proyecto turístico debe mejorar la vida de los residentes, ser innovador y ofrecer metodologías participativas, tener una infraestructura tecnológica que ofrezca servicios y productos personalizados, un plan de negocios con desarrollo sostenible y promoción de experiencias culturales, como tours virtuales o exhibiciones interactivas.
En Posadas el ICF hizo «un experimento con un gemelo digital de destino (una réplica digital de lo que ese lugar tiene y qué se puede hacer allí), que permitió tener la información del destino unificada en una plataforma y habilitó la conexión con otras soluciones (aplicación, portal web, plataforma de venta, sensores de calidad de aire y control de personas) para que el turista pueda estar informado», describe La Rosa.
La estandarización de los datos de la iniciativa de Posadas se volcó en un documento que dos años más tarde sirvió para aplicarse en diez destinos de Brasil, entre los que figuran Curitiba, Foz de Iguazú, Gramados, Ponta Grossa, Vilabell y Bonito.
En Curitiba, reconocida recientemente como ciudad inteligente y próxima sede de la FIDI, el instituto identificó siete atractivos principales y colocó sensores para saber cuántos turistas los visitaban: un domingo, el Jardín Botánico recibe 25.000 personas, mientras que la feria de artesanías del casco histórico, entre 25.000 y 30.000; estos datos permitieron una mejor promoción del destino.
La FIDI, organizada por las argentinas Instituto Ciudades del Futuro y Fundación Ciudad de La Plata y con el patrocinio de los Gobiernos federal y estadual de Brasil y organizaciones empresarias de ese país, elegirá el destino turístico inteligente del 2024.
Además, reunirá a representantes de organismos públicos, entidades privadas, especialistas y operadores turísticos, en charlas y talleres durante tres días consecutivos, del 17 al 19 de marzo.