La producción de cerveza artesanal, un sector en proceso de profesionalización que agrega valor, genera trabajo y apunta a sustituir importaciones, rompe récords en la Argentina y se posiciona como líder regional en Latinoamérica.
Con una molienda superior al millón de toneladas de cebada cervecera en 2022, el sector registró un récord histórico, según la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación; y, de acuerdo con un relevamiento de la Cámara de Cerveceros Artesanales de Argentina (CCAA), en el país existen unas 2.500 fábricas artesanales de cerveza.
«La Argentina lidera la producción artesanal de cervezas en la región», dijo Juan Manuel González Insfrán, presidente de la CCAA, quien destacó el reconocimiento internacional que obtienen las cervezas producidas en el país en diferentes concursos cerveceros internacionales.
Para González Insfrán, «la tradición en vinos y fermentaciones le brinda a nuestro país una gran ventaja competitiva a escala global».
Por su parte, Pablo Morón, director de Agregado de Valor y Gestión de Calidad de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, remarcó «el potencial de las micro cervecerías» y reconoció que trabajan en la profesionalización del sector para mejorar toda la cadena productiva del tipo artesanal.
«Más de 70 micro cervecerías de todo el país ya se capacitaron con las diversas herramientas de formación online y gratuitas que hay disponibles en la Secretaría de Agricultura como cursos y tutoriales, así como una guía de buenas prácticas manufactureras (BPM) para aumentar la competitividad del sector, mejorar los procesos productivos y lograr cervezas con mayor valor agregado», destacó Morón.
González Insfrán no dudó en señalar que «uno de los mayores desafíos hacia el futuro es seguir siendo referentes en Latinoamérica y poder desarrollar cervezas artesanales que nos permitan la sustitución de algunos productos de importación, así como imponer estilos propios de nuestro país para toda Latinoamérica».
Y señaló: «Apuntamos a ampliar el abanico de ofertas de cervezas con estilos diversos», en referencia a las tendencias vigentes: desde las modernas de Estados Unidos con cervezas muy lupuladas, o la vuelta a los estilos europeos, así como las cervezas de guarda con fermentaciones mixtas y experimentales.
Según González Insfrán, «hasta 2018 hubo un boom productivo muy marcado, impulsado por consumidores no satisfechos por la industria tradicional. Las cervezas industriales en la Argentina tenían, en ese momento, recetas muy elementales y alejadas de cosas que se consiguen en otras partes del mundo».
Otro gran diferencial del sector productivo artesanal de cervezas es la generación de puestos de trabajo. Según la CCAA, «sólo con 2,5% del mercado, la producción artesanal genera casi la misma cantidad de empleos que todas las cervezas industriales en la Argentina».
Entre los logros que se destacan en el sector es la incorporación al Código Alimentario Argentino (CAA) de los criterios específicos para poder rotular estas cervezas con la leyenda ´elaboración artesanal´, obtenido mediante el Proyecto de Asistencia Integral para el Agregado de Valor en Agroalimentos (Procal).
«Esto permitió su identificación comercial y un tratamiento diferenciado que impactó directamente al momento de fijarse la alícuota de impuestos internos a las cervezas», detalló Morón.