Los que gobernaron el país en las últimas décadas no pudieron resolver ninguno de los problemas que plantean hoy, dijo el jefe del Gabinete de Ministros, Marcos Peña, en referencia a críticas opositoras en la campaña, y puso como ejemplo la reciente visita de la ex presidenta Cristina Kirchner a un tambo de la localidad de Lincoln, «siendo la suya una de las gestiones con mayor destrucción» de ese rubro en la historia.
Peña visitó el fin de semana distintos puntos de la provincia de Buenos Aires, entre ellos Olavarría, como parte de la campaña para las PASO del 13 de agosto, acompañando a los candidatos del oficialista Cambiemos en timbreos, caminatas y visitas a organizaciones sociales y clubes barriales.
«Los distintos sectores de la oposición, para decirlo sin eufemismos, son los que gobernaron las últimas décadas en la Argentina y no pudieron resolver ninguno de los problemas que plantean hoy; la veíamos a la ex presidenta (Cristina Kirtchner) en un tambo en Lincoln, siendo la suya una de las gestiones con mayor destrucción de tambos y el rubro en la historia argentina», señalo Peña al diario El Popular, de Olavarría.
«Ya sabemos lo que tienen para ofrecer, ya sabemos quiénes son, concentrémonos en lo que estamos haciendo y vamos a hacer», dijo Peña sobre la oposición, y pidió poner el acento «en ese espíritu de rebeldía de argentinos y bonaerenses que llevó a un cambio tan sólo hace un año y medio, que sigue vivo y tiene que seguir ratificando ese camino hacia delante, porque recién estamos empezando».
Consultado sobre la marcha de la economía, el funcionario aseguró que «estamos yendo por buen camino; no para el corto plazo solamente, sino para lo estructural, de desarrollarnos de una manera que podamos salir de la pobreza y la desigualdad».
Respecto de los precios y del costo de vida, Peña consideró que » se esta dando una baja de la inflación y la recuperación del poder adquisitivo» de los trabajadores, «después de muchos años de alta inflación».
De todos modos, reconoció que se genera «mucha distorsión en el sistema de precios al consumidor», al que se le dificulta tener «una referencia» cierta de cuáles son los precios reales, y opinó que lo que ocurrió con la promoción del Banco Provincia en supermercados de un 50 % de descuento resultó una «muy buena política para ayudar a los trabajadores bonaerenses en términos de empleados públicos, de un banco que es social».
Agregó también que le pareció «de mucha bajeza el intentar plantear que eso es una escena de una crisis social estructural; de ninguna manera creemos que es eso».
Frente a la posibilidad de que el Gobierno esté preparando una reforma laboral luego de los comicios de octubre, el jefe de Gabinete indicó que, «más que un proyecto de reforma laboral, es tener una agenda permanente de diálogo sectorial que permitan nuestra capacidad de generar trabajo», y en eso, los acuerdos sectoriales para nosotros son un modelo muy relevante, pero también obviamente en normativas como la Ley de ART, que permiten romper las mafias de los juicios laborales y las que también perjudican a los trabajadores».
Igualmente, dejó en claro que «cualquier reforma que podamos hacer lo tenemos que hacer sentándonos y dialogando también con las otras fuerzas políticas».
Sobre el papel del sindicalismo y el reciente desalojo de la planta de Pepsico en la localidad bonaerense Vicente López, Peña explicó que «hubo un sindicalismo que ha sido responsable y con el que, más allá de estar de acuerdo o no, hemos podido tener un diálogo permanente, centralizado en la CGT».
Pero remarcó que «hay expresiones sindicales que, o porque son más de izquierda o apoyan al kirchnerismo, han tenido una actitud más destructiva; y no somos nosotros los que lo dijimos: los propios trabajadores de Pepsico plantearon que una de las razones por las que se cerró esa planta y se trasladó a Mar del Plata fue por la inserción de militancia de izquierda que terminó afectando el clima laboral».